SANTO DOMINGO. El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, exhortó hoy a todos los aspirantes que participan en la convención de ese partido, a comprometerse a acatar los resultados de las votaciones del 20 de julio y a seguir trabajando por el partido y sus intereses.
Vargas, dijo estar seguro de que ganará la convención “por amplio margen, como siempre nos ha elegido la dirigencia y la militancia perredeísta en todos los procesos internos en que hemos participado”.
Entrevistado en Hoy Mismo, Vargas expresó que las votaciones para elegir a los nuevos cargos directivos del PRD discurrirá en armonía y con gran participación de los perredeístas inscritos en el padrón de dirigentes y militantes, igual que las etapas anteriores del proceso convencional.
Preguntado si no temía la irrupción de adversarios que pudieran generar algunas complicaciones, dijo que la Comisión Nacional Organizadora de la Convención (CNO) ha adoptado las previsiones de lugar, y que corresponde a los organismos de seguridad del Estado preservar el orden público en las inmediaciones de los locales de votación.
Sobre denuncias de que algunos centros de votación habrían sido instalados en las residencias de seguidores de su corriente, Vargas dijo que la CNO ha solicitado a la Junta Central Electoral el habilitamiento de escuelas y otros locales públicos, pero pudiera ser que en lugares donde la JCE no pueda facilitarlos, las votaciones se realicen en locales prestados y hasta en casas de dirigentes perredeístas, lo cual es tradicional en certámenes electorales internos.
Dijo que el PRD se mantiene haciendo oposición responsable y constructiva al gobierno del PLD, aunque debe entenderse que en la actualidad la forma de hacer oposición no adquiere las características de crispación y confrontación de otros tiempos.
Ilustró que el PRD ha planteado de manera puntual su oposición a políticas públicas como la reforma tributaria, ha demandado dotar de calidad al sistema de educación, implementar un pacto por la seguridad ciudadana, fomentar empleos, impulsar la competitividad económica, declarar en estado de emergencia el sistema energético, reducir la gran brecha entre el alto costo de la vida y los ingresos de la población, entre otras.
Cuestionado sobre la versión de sus adversarios de que mantiene un pacto secreto con Leonel Fernández, Vargas puntualizó que su relación con el ex presidente se limitó al acuerdo que hizo para mejorar la Constitución de la República, que contempla, entre otros aspectos, lo relativo a la reelección presidencial consecutiva.
“No tengo oponentes favoritos en el PLD”
A Vargas se le preguntó que si en las elecciones de 2016 prefería enfrentar al presidente Danilo Medina o a Fernández, a lo cual respondió: “No tengo oponente favorito, estamos fortaleciendo y modernizando las estructuras del PRD para ganarle a cualquier candidato que lleve el PLD”.
Especificó sin embargo que la reelección del presidente Danilo Medina no es viable, porque lo prohíbe la Constitución y porque modificarla como hizo el ex presidente Hipólito Mejía en el 2002, tendría dificultades muy serias.
Sobre el reglamento de la Ley de Naturalización dijo que tiene que aprobarse en los términos de su propia ley, en acatamiento de la sentencia del Tribunal Constitucional, y sin violar la Constitución de la República.
Al responder si está de acuerdo con sustituir o variar la composición de la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral, como lo planteó el domingo La Convergencia, Vargas dijo que la Constitución y las leyes tienen mecanismos institucionales para renovar esos tribunales, aunque dijo: “me extraña sin embargo que quienes felicitaron a esa misma Junta Electoral cuando el PRD fue el partido más votado y no obtuvo una sola representación en el Senado, ahora estén pidiendo su destitución”.
Sobre la presencia de figuras que hasta ahora se consideran dirigentes del PRD en los aprestos de la formación de un partido que llevará programas y candidatos diferentes a los del partido blanco, Vargas declaró que ellos mismos se han separado de manera pública del partido blanco, que no contempla la doble militancia de sus miembros.
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