Es la clásica patada del ahogado, la desesperación de la muerte súbita, el último suspiro del moribundo… Una jugada sucia que tendrá consecuencias sobre algunas “honras” políticas montadas sobre la simulación y el engaño.
El golpe bajo que acaba de dar la insurgencia perredeísta –como le llama Orlando Gil– al ingeniero Miguel Vargas, es un acto de desesperación propio de quien ha agotado todos los recursos y se niega a perder un pleito mal casado.
El grupo de Hipólito Mejía sabe que ha perdido la contienda interna del PRD y apela a métodos inciviles como desesperados, similares a la mordida de Tyson a Holyfield cuando vio que la derrota era inminente.
Es infantil el argumento de la vieja relación de Vargas con el Banco de Reservas para atribuirle manejos irregulares. Sobre todo porque la operación que se ha citado se realizó con la aprobación del Consejo de Directores de esa institución financiera, de composición heterogénea.
Con el agravante de que en ese Consejo hay gente abiertamente enemiga del PLD, de Leonel Fernández y de Danilo Medina, aliada por demás al PPH de Hipólito Mejía. Y está claro que de ahí salió la infamia.
El financiamiento gestionado por la empresa de Vargas conllevó garantías prendarias a la vista por un valor cinco veces superior al monto del préstamo aludido. Una operación así la habría deseado cualquier otra institución del sistema financiero dominicano.
Quien esté libre de culpa…El ingeniero Vargas ha presentado los documentos que prueban sus vínculos comerciales desde hace más de 20 años con el Banco de Reservas. Pero operaciones similares ha hecho con el Popular, con el BHD, con el Progreso…
Es obvio que la denuncia en su contra se hizo con el propósito de vincularlo de forma perversa al gobierno de Fernández y de atribuirle traición a la candidatura de Mejía en 2012.
Vargas es un constructor que desarrolla proyectos de infraestructura desde hace 40 años. Los últimos tres grandes proyectos comerciales de la capital, los han construido sus empresas: Blue Mall, Sambil, Novocentro.
Esos tres modernísimos centros comerciales fueron construidos por Vargas con financiamientos financieros — en algunos casos a través de pool bancarios– como se hacen las obras de esa envergadura en todas partes del mundo.
Pero el propósito era embarrar a Vargas y desacreditar su lucha política. Ignorando lo que les viene encima…
La caja de los chismes…Los perredeístas de la disidencia han abierto la caja de los mil demonios… Antes de que se hiciera la denuncia contra Vargas Maldonado, se alertó sobre una trama encabezada por Hipólito Mejía y un sector de la prensa “independiente” para desacreditar al presidente del PRD.
Un portal digital apócrifo, pero con clara orientación perredeísta, publicaba este lunes en su sección “Espumitas Blancas” la visita de Mejía a “un líder de opinión” el pasado viernes, donde supuestamente se orquestó la denuncia hecha pública dos días después.
Desde entonces han abundado los comentarios maliciosos sobre la “doble vida” que llevan dirigentes de uno y otro sector de ese partido, incurriendo algunos de ellos en la descalificación recíproca a causa de inmoralidades que rebasan los niveles de tolerancia de la sociedad dominicana.
El morbo que se nutre de las redes sociales está de plácemes en estos días por las acusaciones recíprocas entre gente que hasta hace poco compartió la misma simpatía partidaria e hizo causa común en el gobierno que encabezó el señor Mejía entre los años 2000 y 2004.
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