SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El embarazo en adolescentes experimenta un aumento vertiginoso en República Dominicana, y según datos cada año cerca de 20 por ciento de la mortalidad materna es debido a abortos clandestinos.
La decisión de practicarse un aborto, o interrupción voluntaria a un embarazo generalmente se debe a la falta de orientación educativa y al alto costo de los anticonceptivos, principalmente en la población pobre, así lo explicó la doctora Lilliam Fondeur.
La Republica Dominicana es uno de solo seis
países de América Latina donde no se permite la interrupción de un
embarazo ni siquiera para salvar la vida de la mujer, pero según la
experta, esta medida es injusta ya que se debería legalizar el aborto
siempre y cuando la gestación afecte o ponga en peligro la salud de la
persona, o en casos de violación.
Un estudio reciente revela que en algunos
barrios del país, niñas de hasta siete años son sexualmente activas.
Cifra que jóvenes consideran alarmante y creen necesaria una campaña de
educación para esa parte de la población.
Las consecuencias de un aborto clandestino pueden llevar hasta la muerte.
Estas declaraciones fueron ofrecidas durante
el panel “El Aborto”, su impacto social e intervenciones para su
prevención” durante la primera feria de Educación y Promoción de la
Salud Sexual y Reproductiva, que se celebra en la Universidad Autónoma
de Santo Domingo.
El artículo 317 del Código Penal Dominicano
sanciona con penas de seis meses a dos años de prisión a toda mujer que
se provoque un aborto.
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