POR: CARLOS ORTIZ Santo Domingo.-Los dominicanos que cumplieron condenas en Estados Unidos por delitos penales, y deportados a territorio dominicano, enfrentan obstáculos en el país para acceder a un empleo, según establece el informe sobre el “Estado del arte de las migraciones”, el cual hace referencia al caso de República Dominicana.
La investigación cuestiona que aún se sigan creando fichas criminales de manera permanente, registrando al acusado como imputado de la comisión y participación en hechos criminales, a pesar de no tener un historial delictivo en el país.
Como consecuencia, a los deportados se les presenta una difícil situación para reinsertarse a la sociedad y a la productividad, ya que al aparecer “fichados” no pueden obtener certificado de buena conducta, requisito que normalmente exigen los empleadores.
La estampa
Algunas organizaciones han expresado desacuerdo con la práctica de la Policía Nacional, que exige a los criollos desterrados de Norteamérica reportarse mensualmente durante seis meses ante el Departamento de Deportaciones para “darles seguimiento”.
En opinión de esas entidades que actúan a favor de los derechos de las personas, esta práctica constituye una medida de coerción, la cual es competencia de las autoridades judiciales.
A pesar de que alguno deportados han logrado insertarse en el plano laboral, particularmente en centros de llamadas (call centers), por su dominio del inglés, fundamental para ese tipo de empleo, muchas otras que no pueden acceder a ese trabajo tienen que depender de familiares, conocidos y fundaciones que dan apoyo y asistencia a estos “desdichados”.
En ese sentido, se destaca como positivo que la Procuraduría General de la República y el Ministerio de Trabajo, anunciaron en 2012 la puesta en marcha de un proyecto que busca ubicar en programas de empleo a los exinternos penitenciarios y deportados.
Sin embargo, la mayoría de estas iniciativas están orientadas principalmente al apoyo de beneficiarios seleccionados por la Procuraduría, notándose una falta de información sobre posibles estrategias para la reinserción laboral en el caso de los deportados.
Deportados en 2013
Datos no oficiales indican que en lo que va de año aproximadamente cerca de 1,636 dominicanos han sido repatriados desde los Estados Unidos, pero conocer la cifra exacta del total de deportados desde el exterior en sentido general resulta una tarea casi imposible, pues las instituciones oficiales y de la sociedad civil que trabajan con el tema disponen de datos disímiles.
Entidades guardan silencio
La Dirección General de Migración es la entidad que oficialmente dispone de las cifras de deportados, pero esa información no está al alcance del ciudadano común y se maneja cual si fuera un secreto de Estado.
Los departamentos de Deportados de la Policía y del Ministerio de Interior y Policía tampoco ofrecen datos sobre el particular.
Información colgada en la página web de la Policía indica que previo a su llegada al país a los devueltos se les abre un registro de control, con sus nombres, fecha de nacimiento, causa de la deportación, fecha de arribo a República Dominicana, número de vuelo y línea aérea.
Además, el procedimiento incluye una fotografía del repatriado, toma de las huellas dactilares, dirección donde residirá en el país, número telefónico donde puede ser localizado (el cual es confirmado), nombre de sus padres.
Una vez concluido todo este proceso, el expresidiario es entregado a un familiar mediante certificación; quienes son deportados por razones de tráfico de drogas, son procesados por la Dirección Nacional de Control de Drogas(DNCD).
“Ya con las generales del deportado procedemos a realizar en el archivo central de investigaciones el rastreo de cualquier antecedente delincuencial que éste haya podido tener en su permanencia en el país”, indica el sitio web.
La Dirección Central de Investigaciones Criminales, a través del portal de la institución del orden, detalla que “una vez registrado y entregado a sus familiares, el deportado de manera inmediata pasa a ser supervisado por el referido organismo a fin de seguir la pista de sus quehaceres diarios.
El embajador dominicano en Washington, Aníbal de Castro, reveló que el presidente Medina solicitó el apoyo de Estados Unidos para implementar en el país un programa de reinserción de los criollos repatriados , luego que estos cumplieran condenas por diversos delitos en territorio estadounidense.
Según el diplomático, Medina trató el tema junto a otros mandatarios centroamericanos que se reunieron con el presidente Barack Obama en la pasada cumbre del SICA.
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