Tras considerar que el ex fiscal de Ocoa José Miguel Cuevas Paulino cometió un “error” o “estupidez” al colocarle un arma debajo del colchón a un perseguido de la justicia durante un allanamiento, el senador Wilton Guerrero dijo ayer que ese funcionario ha sido un hombre honesto y cristiano, responsable y humilde, que se transporta en la cola de motoconchos y guaguas públicas porque en 22 años de ejercicio nunca le ha aceptado regalos a nadie.
“No se debe hacer leña del árbol caído”, dijo el representante de Peravia, quien agregó que el fiscal Cuevas que, por ser cristiano, ni bebe ni fuma, cayó en una trampa que le tendió un subalterno interesado en sustituirlo.
Vive en la pobreza. Expresó que el funcionario judicial vive en una casucha de un barrio marginado de Don Gregorio, cerca del cementerio, desde donde se trasladaba a su trabajo en motoconcho, porque, al ser tan austero e insobornable, nunca ha podido comprar ni siquiera un motor.
Cayó en un “gancho”. Señaló que Cuevas habría caído en el “gancho”, interesado en salvar a la sociedad del confeso narcotraficante Erick Manuel Andújar, quien, añadió, mantiene en zozobra a la comunidad de San José de Ocoa y otras demarcaciones.
Dijo que constituye una pena muy grande que un hombre de condiciones tan extraordinarias haya caído en ese error.
“Hay que consignar también que al plantarle esa arma a ese delincuente, lo cual desaprobamos y condenamos, no lo hizo buscando beneficio personal, lo hizo por un exceso de celo y defensa de los intereses de la sociedad”, dijo.
Expresó que el magistrado, por una estupidez, entendió que esa era la forma de librar al pueblo de Ocoa de un enemigo que tiene sus tentáculos y puntos de drogas en distintos barrios de aquella zona.
Narco tiene apoyo PN y DNCD. Afirmó que ese delincuente disfruta de impunidad porque cuenta con apoyo en esferas de la Policía Nacional y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
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