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Humberto Salazar. El Tribunal Constitucional de la República Dominicana dictó una sentencia histórica en el día de ayer, que le quita el escenario de la Corte Interamericana de los Derechos Haitianos (perdón humanos) CDIH, al grupo de organizaciones no gubernamentales y sus voceros pagados, que tienen como actividad y principal fuente de ingresos, el jueguito de llevar al país a un banquillo de los acusados en Costa Rica, que no se merece, porque nadie ha sido mas solidario con Haití que los dominicanos.
Alguien tenía que aclarar definitivamente la relación jurídica que tiene nuestro país, con un organismo regional, cuyo prejuicio en contra nuestra ha llegado al colmo, de aceptar como testigo de cargo a un tal ¨winé¨, cuyos hermanos se llaman ¨chocolate¨ y ¨cacao¨, y con la prueba de su ¨testimonio¨, dictar una sentencia condenatoria a un país, cuyos habitantes tienen sus hombros doblados por el peso que tienen que soportar, al ser vecinos del territorio mas pobre de nuestro continente.
Solo para refrescar la memoria de algunos amnésicos del patio, vamos a repasar algunos artículos de la Constitución vigente desde el 26 de enero del año 2010, para que se entienda que la sentencia dada a conocer en el día de ayer, pone punto final a la discusión sobre nuestra pertenencia o no al instrumento jurídico por medio del cual se nos ha condenado en múltiples ocasiones.
Artículo 3:…Ninguno de los poderes públicos organizados por la presente Constitución puede realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta de los asuntos internos o externos de la República Dominicana…..El principio de no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana.
Solo para refrescar la memoria de algunos amnésicos del patio, vamos a repasar algunos artículos de la Constitución vigente desde el 26 de enero del año 2010, para que se entienda que la sentencia dada a conocer en el día de ayer, pone punto final a la discusión sobre nuestra pertenencia o no al instrumento jurídico por medio del cual se nos ha condenado en múltiples ocasiones.
Artículo 3:…Ninguno de los poderes públicos organizados por la presente Constitución puede realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta de los asuntos internos o externos de la República Dominicana…..El principio de no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana.
Artículo 6: …..Todas las personas y órganos que ejercen potestades públicas están sujetos a la Constitución, norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico del Estado. Son nulos de pleno derecho toda ley, decreto, resolución o acto contrarios a esta Constitución.
Artículo 184. Tribunal Constitucional: …Sus decisiones son definitivas e irrevocables y constituyen precedentes vinculantes para los poderes públicos y todos los órganos del Estado.
Es decir, la decisión del Tribunal Constitucional, donde desconoce, por la no ratificación por parte del Congreso de la nación, del Instrumento de Aceptación de la Competencia de la Corte Interamericana de los Derechos Haitianos CDIH (perdón humanos), es una acción definitiva frente a la cual no se puede ejercer ningún tipo de recurso contrario, ya que es de obligatorio cumplimiento de parte de los poderes públicos, so pena de que caigamos en una situación de facto.
La sentencia se fundamenta en el articulo 37 numeral 14 de la Constitución vigente en el año 2002, (la que se aplica a ese convenio), que se copia íntegramente en la Constitución del año 2010, y faculta al Congreso de la República, para que apruebe o desapruebe los acuerdos, tratados y convenciones internacionales que firme el Poder Ejecutivo.
Este decisión deberá poner fin a la asistencia de funcionarios dominicanos a las humillantes convocatorias de la CIDH, donde en audiencias sin sentido, porque las sentencias son conocidas previamente, nos exponen al ridículo de ser tildados de racistas y xenófobos, es decir, los mulatos y negros dominicanos, somos los creadores de un apartheid en medio del Caribe.
Simplemente estamos haciendo uso del derecho soberano, que antes han usado países miembros de la OEA, como los Estados Unidos, Canadá, Venezuela y Trinidad y Tobago, para no tener vinculación con un tribunal que sobrepasó su competencia con una sentencia donde modificaba desde sus oficinas en Costa Rica, la misma Constitución que nos dimos soberanamente los dominicanos.
Con la sentencia del Tribunal Constitucional, ¨se acaba la vaina¨ como dice el estribillo de la canción colombiana, de estar llevando y trayendo demandas en contra de nuestro país y quizás, se le acaba el flujo constante de dinero en dólares y euros que reciben los traidores del patio, que han vendido su nacionalidad por ¨un plato de lentejas¨.
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