Alembri Encarnación Núñez (Ale), un dominicano de 37 años nativo de Villa Faro, Santo Domingo Este, trabaja junto a un equipo de científicos de la Universidad de Purdue, en Indiana, Estados Unidos, en una investigación para monitorear y controlar las poblaciones de insectos en plantaciones mediante el desarrollo de una trampa electrónica y un software de gestión de plagas que podría revolucionar el uso de los pesticidas en el mundo agrícola.
Encarnación se graduó de ingeniero electromecánico en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y lleva más de ocho años realizando investigaciones en áreas de ingeniería mecánica, manufactura y electrónica en Estados Unidos.
Desde el año pasado, en el Purdue Research Park (Parque de Investigaciones Científicas de la Universidad de Purdue) Encarnación trabaja junto a un grupo de ingenieros y científicos en el desarrollo de una plataforma multimodal de sensores para la detección y clasificación automática de insectos. En el proyecto también participan profesores de Marquette University, Purdue University y la Universidad Tecnológica de Pereira, de Indiana.
El proyecto consiste en una trampa electrónica que se coloca en plantaciones y a través de sensores infrarrojos, ultrasónicos y de bioimpedancia capturar insectos, contarlos y clasificarlos, explica.
La trampa funciona dentro de una red inalámbrica que automáticamente sube la información a la web y en tiempo real pone en la mano de los cultivadores información precisa de la población de insectos, lo que disminuye el uso de insecticidas, ahorra tiempo y mejora la producción de las cosechas.
Encarnación dijo que el éxito de su carrera se lo debe a Dios y a trazarse metas tan grandes en la vida que parezcan imposibles obtenerlas.
Partió en el 2005 del país sin imaginar que nueve años más tarde lograría posicionarse en lo más altos del estudio de la ciencia.
Ale explica que su amor por la ingeniería, la lectura y su disposición a aprender lo llevó a formar parte del equipo de científicos e investigadores de la Universidad de Indiana.
El joven, que tiene dos hijos, se desempeñó como catedrático de la School of Languages and Cultures de la Universidad de Indiana; luego realizó investigaciones en el Michael Golden Laboratories, donde estudió un procedimiento denominado Maquinado por modulación asistida, que permite procesar en menor tiempo y esfuerzo materiales tan fuertes como el titanio.
“Francamente no creo que haya algo fácil en esta vida. Simplemente hay que pagar el precio, y yo pudiera venir y contar mil historias que pasaron, sin embargo, había y hay un propósito divino en todo esto”, afirma en entrevista telefónica.
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