INTERNACIONAL. El tren Alvia a Ferrol que descarriló en la curva de A Grandeira circulaba a 192 kilómetros por hora en el momento previo al accidente. Según los datos extraídos de las dos cajas negras, segundos antes del siniestro se activó un freno y el tren se salió de la vía a 153 kilómetros por hora. También arrojó que el maquinisa estaba hablando por teléfono.
Del audio almacenado en las cajas negras, y cuya información fue volcada esta mañana en presencia de la policía científica y del juez titular del número 3 de instrucción, Luis Aláez, se ha podido saber también que el maquinista estaba hablando por teléfono con personal de Renfe, que parece ser un controlador, en el momento del siniestro. Minutos antes de la salida de vía recibió una llamada en su teléfono profesional para indicarle el camino que tenía que seguir al llegar a Ferrol. Del contenido de la conversación y por el ruido de fondo parece que el maquinista consulta un plano o algún documento similar en papel. El magistrado del Juzgado de Instrucción nº3 de Santiago, Luis Aláez, se reunió sobre las 10.00 horas con personal de la Policía Científica para definir los pasos que había que seguir para el volcado de la información de las cajas negras, que en realidad son de color naranja. Hay dos, una del vagón delantero y otra del trasero. A continuación, en la biblioteca de los juzgados, el juez, la secretaria y el fiscal se reunieron con policías del cuerpo de la científica, la judicial, técnicos de Renfe, Adif y técnicos de la Comisión de Investigación del Ministerio de Fomento para analizar la forma en que se iba a acceder a la información y comprobar que todas las partes estaban de acuerdo. Tras recibir las especificaciones técnicas de las cajas negras y realizar una prueba con otra caja negra, se realizó el volcado de la esperada información de las dos cajas negras del tren siniestrado para garantizar la integridad y fiabilidad del contenido. Los datos se extrajeron en un lápiz de memoria aportada por el juzgado y posteriormente se hicieron copias autentificadas con firma digital. La información que se obtiene de las cajas está encriptada y se pasa por un programa informático para proceder a su desencriptación. Las primeras informaciones provisionales que se extraen del análisis de los últimos kilómetros recorridos por el tren antes de la salida de vía, siempre a la espera del informe de la policía judicial, son los siguientes que el tren circulaba a 192 kilómetros por hora, el conductor activó un freno y descarriló a 153 kilómetros por hora, según el comunicado oficial hecho público hace unos minutos por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Por otra parte, el juez autorizó hoy a los técnicos de la Comisión de Investigación de Fomento a realizar mediciones de las ruedas de los vagones, siempre acompañados por policía judicial. Los vagones no se moverán hasta que se completen las inspecciones oculares, todavía está pendiente el acceso a pequeñas zonas cerradas por hierros que hay que cortar. Cabe la posibilidad de que se trasladen perros para realizar una última inspección de los restos. También está previsto realizar un estudio de la máquina. Por el momento no ha sido citado para declarar ningún testigo.
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