lunes, 31 de marzo de 2014

La electricidad sin cables , un sueño hecho realidad

Electricidad inalambrica en los hogares


¿Cuántos de nosotros nos hemos quedado fascinados por tener Internet por toda la casa sin la necesidad de conectar nuestros dispositivos a un cable de red? Creo hablar en nombre de todos cuando digo que el WI-FI nos pareció algo tremendamente revolucionario para nuestros hogares, para facilitarnos la movilidad de un sitio a otro de la casa.

¿Y cuál es nuestra sorpresa al enterarnos de que la transmisión inalámbrica de energía fue descubierta hace más de cien años? En efecto, Tesla diseñó una torre de electricidad WI-FI que funcionaba a la perfección, tan solo necesitaba una fuente de financiación para desarrollar y comercializar ese gran invento. Pero nadie le quiso financiar la investigación por un motivo de peso, y es que al ir la electricidad por el aire como las ondas de radio, cualquier persona podría utilizar esa electricidad sin tener que pagar por ella. Así que, resumiendo al máximo, hoy 2013 no tenemos electricidad inalámbrica porque no se le puede poner contador. En efecto, si las compañías eléctricas pudieran tarificar de alguna manera esa forma de distribución de energía eléctrica como hacen ahora (X precio por kilovatios consumidos) hoy nuestros montes permanecerían sin una sola torre de alta tensión y nuestras casas mantendrían los mismos aparatos electrónicos, solo que sin un solo cable. Como muy bien decía Santiago Camacho en Milenio 3, esta situación del siglo XXI es más propia del siglo XIX.

Nikola Tesla, un adelantado a su tiempo, un gran visionario desarrolló este invento introduciendo dos términos: la inducción y la resonancia. Lo que intentó hacer es mediante dos bovinas, incorporarle a una corriente alterna y generar un campo magnético oscilante junto a la segunda de ellas. En definitiva, esta segunda bovina también tendría electricidad inducida. Pero, al separarlas perderíamos este campo magnético y no podríamos tener electricidad. Y es aquí donde entra la resonancia, y es que si la frecuencia de resonancia entre las dos bovinas y a la del campo magnético oscilante se produciría un acoplamiento magnético oscilante, o en términos más nuestros, significaría que aunque separásemos estas dos bovinas un buen trecho seguiríamos teniendo electricidad en la zona. Lo explica de una forma gráfica este simpático señor disfrazado de Tesla en este vídeo.
Sin embargo, como le ocurrió al inventor del motor de agua, este inventor prodigio no tuvo suerte. Además de no poder financiar su invento estrella se encontró con un sinfín de dificultades que acabaron abocando su laboratorio de Colorado Springs a escombros. Pero por si esto fuera poco, cuando Tesla murió, el Gobierno de Estados Unidos se apropió de toda la documentación que contenía estudios e investigaciones increíbles con la excusa de saldar deudas del inventor en cuestión, lo que lógicamente causó la indignación de mucha gente. Años más tarde, un siglo concretamente, miramos hacia atrás con anhelo de poder disfrutar algún día de este invento, que además tenía el plus de ser seguro y de no suponer ningún peligro para las personas. Tal vez aún haya esperanzas de recuperar este invento, y es que el MIT en 2007 consiguió encender una bombilla y posteriormente ha habido demostraciones en las que vemos encenderse un televisor sin cables o a un smartphone cargándose, he aquí la demostración que hizo Eric Giler en 2009 (minuto 6:30)

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