SANTO DOMINGO.- Familiares y amigos de los dos adolescentes que murieron ahogados ayer en las aguas del Mar Caribe aseguraron que llamaron al Sistema de Emergencias 9-1-1, pero no tomaron en serio la llamada y se limitaron a decir que “si sabían las consecuencias legales de una llamada falsa”.
Sheila Aquino Figuereo, hermana mayor de Julia Isabel Figuereo, de 16 años, quien murió ahogada al resbalar a orillas del Mar Caribe, reveló que “una de las chicas llamó al 911 pero ellos le dijeron que si era una broma iban a ser sancionados”, versión que fue corroborada por una de las compañeras de la occisa que estuvo presente al momento de la tragedia.
Sheila Aquino Figuereo, hermana mayor de Julia Isabel Figuereo, de 16 años, quien murió ahogada al resbalar a orillas del Mar Caribe, reveló que “una de las chicas llamó al 911 pero ellos le dijeron que si era una broma iban a ser sancionados”, versión que fue corroborada por una de las compañeras de la occisa que estuvo presente al momento de la tragedia.
“Me dicen que llame al 911. Yo llamo, y lo primero que me dicen es que esa llamada puede penalizada si era una broma”, relata “Amanda” -a quien decidimos proteger su identidad por ser menor de edad-. “Yo le digo que no, que era algo en serio, es una emergencia, había una chica que se estaba ahogando, la persona me dice recuerda que esto puede ser penalizado si es una broma”, prosigue la compañera de Julia Isabel.
“Amanda” dice que en esos momentos le indicó la dirección exacta adonde estaba ocurriendo el hecho al operador del servicio de emergencia, a lo que éste le respondió “tienes que calmarte, yo no entiendo lo que dices”.
Es entonces cuando decide poner a otra persona al teléfono para que indique cómo llegar hasta al lugar para que socorra a su compañera de colegio, quien recientemente había ganado un premio de literatura y además era escritora, pero que en esos momentos luchaba contra la muerte en las aguas del Mar Caribe.
Cuando la otra persona habla al teléfono “vuelven y l repiten que puede ser penalizada, que si era una broma. Digo no es una broma, ustedes tienen que moverse porque la chica se está ahogado”, fueron las últimas palabras de Amanda al teléfono para intentar salvar la vida de su amiga que cayó al mar cuando posaba para tomarse una fotografía. Volvieron a llamar y el servicio de emergencias 9-1-1 respondió con lo mismo y luego les dijeron que “las unidades vienen en camino”.
Pasaron diez minutos y nadie llegaba. En esos momentos, Leonard Charly Rodríguez, de 17 años, uno de los estudiantes que acompañaba a la chica y quien supuestamente sabía nadar, optó por lanzarse al mar en medio de la desesperación. Lamentablemente, el pantalón que vestía se le enredó en los pies.
“Lo que me provoca más dolor es que cuando ella se hundió, aún estaba viva, ella levantó su mano y nos dijo adiós. Nosotros nos cansamos de llamar y de buscar”, manifiesta “Amanda” entristecida por que al momento en que “casualmente” llegó una patrulla de la Policía había pasado más de media hora y “sólo se veían los zapatos del varón en el agua”.
Aproximadamente una hora después de que cayera al agua Julia Isabel, llegaron los equipos de rescate del Sistema de Emergencias 9-1-1 para recuperar el cadáver de ambos jóvenes que perecieron esperando la ayuda de algún organismo que llegara a salvarles la vida.
Es entonces cuando decide poner a otra persona al teléfono para que indique cómo llegar hasta al lugar para que socorra a su compañera de colegio, quien recientemente había ganado un premio de literatura y además era escritora, pero que en esos momentos luchaba contra la muerte en las aguas del Mar Caribe.
Cuando la otra persona habla al teléfono “vuelven y l repiten que puede ser penalizada, que si era una broma. Digo no es una broma, ustedes tienen que moverse porque la chica se está ahogado”, fueron las últimas palabras de Amanda al teléfono para intentar salvar la vida de su amiga que cayó al mar cuando posaba para tomarse una fotografía. Volvieron a llamar y el servicio de emergencias 9-1-1 respondió con lo mismo y luego les dijeron que “las unidades vienen en camino”.
Pasaron diez minutos y nadie llegaba. En esos momentos, Leonard Charly Rodríguez, de 17 años, uno de los estudiantes que acompañaba a la chica y quien supuestamente sabía nadar, optó por lanzarse al mar en medio de la desesperación. Lamentablemente, el pantalón que vestía se le enredó en los pies.
“Lo que me provoca más dolor es que cuando ella se hundió, aún estaba viva, ella levantó su mano y nos dijo adiós. Nosotros nos cansamos de llamar y de buscar”, manifiesta “Amanda” entristecida por que al momento en que “casualmente” llegó una patrulla de la Policía había pasado más de media hora y “sólo se veían los zapatos del varón en el agua”.
Aproximadamente una hora después de que cayera al agua Julia Isabel, llegaron los equipos de rescate del Sistema de Emergencias 9-1-1 para recuperar el cadáver de ambos jóvenes que perecieron esperando la ayuda de algún organismo que llegara a salvarles la vida.
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