La primera causa de consulta siquiátrica en América Latina es la depresión, una patología que en República Dominicana ha incrementado las vistas a esos especialistas hasta en un 30% en los últimos cinco años, según datos del XVIII Congreso Centroamericano de Psiquiatría, que se desarrolla en el país y que establece que los analfabetas y profesionales se deprimen menos.
De acuerdo con las estadísticas presentadas por la especialista española Olga Casado Blancas, las personas que más sufren esa enfermedad son las que alcanzaron un nivel primario de educación, el 46, 3% de las que van a consulta, seguidas por el 40, 7% que hizo estudios secundarios.
En una conferencia pronunciada hoy sostuvo que en cambio, los que menos acuden son los profesionales, un 12% y la población iletrada, un 0,9%.
Explicó que el estado civil también influye y que el 63% de los deprimidos vive en pareja, el 20,4 separado, el 8,3% es soltero y el 7,4 enviudó. De esa totalidad, el 34,6 % tiene que también se deprimen.
Expuso que ese mal en las mujeres en la etapa de la menopausia es multifactorial, falta de ingresos, bajo nivel de estudios, obesidad, enfermedades crónicas, antecedentes de depresión, consumo de alcohol.
Las estadísticas muestran que el mayor grueso de afectados está entre los 20 y 50 años, pero que se registra un incremento en segmentos de menor edad.
Al respecto, la siquiatra dominicana Rhody Peña alertó un aumento de pacientes niños y adolescentes, con mayor frecuencia en las hembras y que en estudios realizados en adultos y adolescentes se ha visto que desde 1940 la depresión empieza en personas cada vez más jóvenes.
“A pesar de que para muchas personas acudir a una consulta siquiátrica es prácticamente una última opción, en los últimos tiempos uno de los principales trastornos que lleva a los pacientes a un consultorio siquiátrico es la depresión”, indicó.
El costaricense Enrique Acuña afirmó que la remisión de ese padecimiento debe ir más allá de la ausencia de síntomas como desánimo, ansiedad, miedo, irritabilidad, soledad, debe lograr que el paciente salga de la anhedonia o falta de interés, que sienta alegría, entusiasmo, que recobre las energías, la motivación y la confianza en sí mismo.
Explicó que uno de los efectos más devastadores es el embotamiento emocional, que el afectado pierda la pasión por cosas como compartir con su familia, el trabajo y los estudios.
En tanto, el dominicano Héctor Guerrero Heredia destacó que los síntomas de la depresión no solo son emocionales, sino que abarcan el aspecto físico y causan dolor.
“Tiene dimensiones múltiples como cambio en el patrón de sueño y en las habilidades sicomotoras, excesiva preocupación por la salud física, concentración disminuida, falta de apetito, provocadas por una baja en la serotonina”, expresó.
Entre las terapias para combatir las depresiones severas citó la electroconvulsiva, estimulación vagal, magnética trasncraneal y cerebral profunda.
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