POR: YACO M MENDOZA. Tommy es un pastor alemán de 12 años. Cada tarde recorre el letargo hasta la iglesia donde velaron a su dueña para estar presente en al misa, como si sintiera la presencia de María en los repiques de las campañas o el púlpito eclesiástico.
El sacerdote Donato Panna se encontró extraño al principio la presencia del animal, pero ahora dice que la figura de Tommy en primera fila es parte esencial en las celebraciones religiosas.
Algunos feligreses creen que el perro va a la iglesia como si esperara reunirse con su dueña, en un viaje sin regreso.
María había vivido con cuatro perros desde hacía muchos años. Los animales solían seguirla en sus paseos diarios y ella los rescató de la calle. De todos los canes, Tommy la venera con especial dedicación.
El caso de Tommy le ha dado más peso a la frase de que "el perro es el mejor amigo del hombre", incluso después de la muerte.
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