POR: YACO M MENDOZA BUENOS AIRES, Argentina.- Los católicos de Buenos Aires pasaron hoy de la sorpresa absoluta al estallido en júbilo tras recibir la noticia de la elección de su arzobispo como nuevo Papa de la Iglesia Católica.
El epicentro de las primeras reacciones de la feligresía argentina fue la Catedral de Buenos Aires, que en poco minutos se colmó tras conocerse la proclamación de Jorge Mario Bergoglio como Francisco I.
Casi en estado de shock, el puñado de visitantes que estaban en el interior del templo se miraban sin hablar, algunos llorando, otros de rodilla en oración.
Hasta que una voz anunció por micrófono que se iniciaría el rezo del rosario en acción de gracias por el nuevo Papa y solo entonces los feligreses dieron rienda suelta a su emoción contenida.
“¡Viva el Papa!”, “¡Francisco, Francisco, Francisco!”, “¡se hizo justicia divina!”, comenzaron a gritar los presentes, con un aplauso cerrado que retumbó entre las columnas de mármol de la catedral.
La noticia incluso sorprendió a los turistas que habitualmente visitan el templo, uno de los monumentos que rodean a la Plaza de Mayo, de Buenos Aires.
“No lo conocemos para nada. ¿Es negro?”, preguntó una turista eslovaca.
Emocionada y con su rosario en la mano, María Mirtha, una de las pocas feligresas que recibió la noticia estando en la catedral, dijo a Efe que la elección de Bergoglio es “un sueño hecho realidad”.
María Esther, otra devota que se acercó a la iglesia al enterarse de la noticia, destacó el perfil “humano y humilde” del nuevo Papa a quien, dijo, vio hace pocas semanas atrás viajando en el metro.
“Va a ser algo bueno que no solo nos conozcan por el fútbol”, dijo a Efe Walter, un vendedor de periódicos quien alabó la sencillez de este jesuita, de 76 años, y, a su vez, la “grandilocuencia” de su mensaje.
Con una bandera papal en la mano, Henry, un peruano que reside en Buenos Aires, contó que no dudó en acercarse a la casa de Dios para agradecer por el primer Papa latinoamericano, un hito que, confió, le hará “mucho bien” a la Iglesia.
“Es un orgullo muy grande para la Iglesia argentina. Tenemos mucha esperanza en que Francisco I dará una gran ayuda espiritual a toda la humanidad”, dijo a Efe Yolanda, una religiosa de la ciudad argentina de San Rafael, quien destacó que el nombre elegido habla de “la humildad de los santos”, como San Francisco de Asís y San Francisco de Sales.
También los jóvenes se acercaron a la catedral, impactados por la noticia de que su pastor será ahora pastor de la Iglesia universal.
“Soy católica. He tenido mis vaivenes. Pero lo he escuchado al cardenal Bergoglio y realmente para los jóvenes su mensaje y su espíritu es alentador y conmovedor. Esto es un nuevo signo para que los jóvenes se acerquen a la Iglesia y vuelvan a creer”, dijo Lucía, una porteña de 29 años.
Héctor, otro feligrés porteño, ingresó a la catedral al grito de “¡viva la patria!”.
“Es una persona intachable. Limpio, transparente, humano. Siempre ayudó a los pobres, a los más humildes”, aseguró.
Entre decena y decena de Ave Marías del rosario, los Gloria quedaron casi sofocados por los aplausos y los gritos de “¡viva el Papa!”.
Algunos turistas, sorprendidos, no paraban de sacar fotos ante una postal tan atípica como sorprendente.
Gertrudis, una alemana, católica y defensora de la figura de su compatriota Benedicto XVI, dijo a Efe que no se esperaba que la elección se decantara por un nombre que estaba “fuera del juego”, al menos en las especulaciones de la prensa.
“Cuando un alemán se convirtió en Papa, los periódicos del país titularon ‘nosotros somos el Papa’”, recordó.
Ahora esto es lo que los argentinos pueden decir: “Argentina es el Papa”
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