CABLE INTERNACIONAL WASHINGTON —Después de conseguir fuertes risas con muchas de sus bromas iniciales en la cena anual de la Fundación en Recuerdo de Alfred E. Smith, Donald Trump pareció perder a la multitud al pasar de las bromas a insultos profundamente personales dirigidos a su adversaria electoral Hillary Clinton.
El aspirante republicano a la presidencia fue abucheado reiteradamente cuando describió a Clinton como corrupta y se aferró a información contenida en correos electrónicos de personal de ella que fueron obtenidos por piratas cibernéticos. Eso incluyó un golpe a la candidata demócrata por “simular” que no odia a los católicos cuando estaba sentada en un evento católico de caridad.
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