Brasil registró por segundo día consecutivo más de 600 nuevos fallecidos, con lo que las muertes se elevan a 8.536 y los contagios a más de 125.000, según el Ministerio de Salud. El 42% de los diagnosticados se consideran curados.
El secretario de Vigilancia Sanitaria del ministerio, Wanderson de Oliveira, reconoció al presentar el boletín diario que persisten los problemas crónicos desde el comienzo de la crisis del coronavirus: no realizan test suficientes, hay un cuello de botella para procesar los análisis y tampoco logran centralizar los resultados de los test rápidos para incluir los realizados por los Estados y la red sanitaria privada.
“Aún no se puede decir cuándo llegará el pico de la crisis. Será entre mayo, junio y julio, no tengo dudas. El aislamiento social reduce la curva de casos”, dijo el secretario, que subrayó la diferencia del impacto entre los Estados.
Dos estudios recién publicados —uno de investigadores brasileños con la Universidad Johns Hopkins, y otro de investigadores también brasileños con la de Oxford— indican que Brasil será el nuevo epicentro global de la pandemia. En un estudio aún no revisado por otros científicos, varios investigadores brasileños y británicos compararon las curvas epidémicas de Brasil y de Estados Unidos (actual epicentro) y vieron que las tasas de mortalidad siguen un aumento exponencial similar al de EE UU. Por eso estiman que las muertes puedan alcanzar las 64.310 hasta el 9 de junio en el escenario más pesimista, y las 31.384, en el más optimista.
Las proyecciones en colaboración con Johns Hopkins señalan que los casos en Brasil pueden alcanzar los 1,6 millones, más que los 1,1 millones de casos estadounidenses detectados. El estudio destaca la demora en la notificación de casos en el país como la razón por la que las cifras oficiales aún no son tan altas: Brasil realizó cerca de 1.600 test por cada millón de habitantes, mientras que EE UU administra 20.200, y algunos países europeos rondan los 30.000.
El secretario también admitió que hay más de 90.000 test para covid-19 en cola esperando a ser procesados. Además, los resultados de cerca de los 100.000 realizados en laboratorios privados no se están compartiendo con el Gobierno, ni tampoco los datos de test rápidos estatales.
Confinamiento total
Ante el avance de la epidemia, algunos Estados y ayuntamientos están endureciendo las cuarentenas. Desde este martes, São Luís, capital de Maranhão, fue la primera ciudad en cerrar todo salvo los servicios esenciales. El Gobierno de Ceará y el Ayuntamiento de la capital, Fortaleza, aplicarán más restricciones a partir del viernes próximo y será obligatorio el uso de mascarillas. “El momento que vivimos es grave”, alertó el alcalde Roberto Cláudio. Fortaleza concentra casi el 75% de los casos del Estado. “A pesar del gran esfuerzo de facilitar nuevas camas de hospital todos los días, la velocidad de propagación de la enfermedad es mucho más alta que la capacidad de los poderes públicos en este momento”, apostilló el alcalde.
La circulación de personas y automóviles en áreas públicas (como playas, paseos marítimos y parques) será “permitida solo con la debida justificación, como para realizar un servicio esencial. También se controlarán las entradas y salidas de la ciudad", explicó el gobernador, Camilo Santana, que prorrogó el decreto estatal de aislamiento social 15 días más. Según él, el Estado venía presentando uno de los índices más bajos de cumplimiento de las medidas de aislamiento y un incremento de casos y fallecidos. El gobernador añadió que se han creado 1.500 nuevas camas de hospital en Ceará (un aumento del 63% en el sistema hospitalario). “Incluso con todo este esfuerzo, nuestro sistema sanitario ha llegado al límite. Por eso tendremos medidas más rígidas. Quiero hacer un llamamiento a la población para que cumpla el aislamiento social. Es la principal medida para reducir los efectos de esta pandemia, que mata a la gente”, afirmó.
En el Estado de Pará, el gobernador, Helder Barbalho, también anunció medidas de bloqueo total en 10 municipios, donde la circulación de personas se limitará, y solo operarán los servicios esenciales. Un repunte de casos por encima de la media nacional ha provocado que en Belém, la capital, y en otras ciudades se hayan desbordado los sistemas sanitario y funerario. “Quienes vayan a comprar algo cerca de casa o a trabajar tendrán que llevar un carnet con foto o un documento acreditativo de trabajo, ya que cortaremos carreteras y haremos controles en las calles. Y a quienes no lleven máscara también se les prohibirá circular”, dijo.
Mientras tanto, el presidente Jair Bolsonaro y los sectores ligados a él siguen haciendo campaña contra el aislamiento, afirmando, sin ningún sustento, que no sirven para desacelerar los contagios.
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